agosto 07, 2013

La certeza anida en los rincones

Encontré debajo de la cama algunas plumas de pichones y tal vez de algún pájaro más grande. La metamorfosis del amor.

Volverse pájaro tomará tiempo, pero soy una mujer paciente.

Entiendo, a los golpes, que nuestro tiempo es otro. Que mi prolongada espera para ti es un parpadeo silencioso. No intento de ninguna manera derramar mi amor en estos indicios maravillosos que consigo en los rincones oscuros. Lo conservo, lo anido, lo abrazo porque a pesar de toda la dolorosa incertidumbre, sé que el aire responderá cuando pronuncie tu nombre, hijo... amado.

marzo 21, 2013

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«La vida es un coñazo...»

—Sí. ...y todo coñazo es breve... también el tránsito. Aunque su voracidad nos toque.
La vida es un coñazo. Sí.




febrero 26, 2013

Azul

a Simón



«Fui a cortar la estrella mía a la azul inmensidad»
Rubén Darío




Tibia luz
que una y otra vez escuchaste y pediste estos versos azules
Aún estoy contigo en brazos
aún digo esas palabras que pediste de niño tantas veces
Margarita nos mira
con dolor salado y ardoroso amor


Tibia luz
Este silencio es un raro artificio
soy yo partiendo, soy yo
desamparada


Tibia luz
tu ausencia de estatura gigante
en mi vientre-ovillo

He sido ovillo tantas veces, Tibia luz

Beso tu milagro de ráfaga
te aguardo
te aguardo

en ti me sumerjo

al revés

hasta hacernos llama en Sirius, Tibia luz







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Un dolor hirviente
desmesurado desamparo
La orfandad al revés
..........útero al revés
..........pezón al revés
..........leche al revés
..........piel al revés

Todo desaparecido

Toda palabra es precaria —toda

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Llegó Perséfone
y me cubrí los ojos

como los niños que no resisten el brillo solar

Esa luz
infinita y húmeda

que nos mira
sin ser mirada

noviembre 08, 2011

Ardorosa luz

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Algo roza los muros...
un alma quiere nacer
[...]
Mañana sus ojos mirarán


Vicente Huidobro

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a Martha
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Las cosas que nos acompañan desde la mesita de noche también están solas. Han perdido su sombra y sus contornos se diluyen en quietud insoportable. Sus bordes ya no tienen la dureza del filo desde donde se mostraban en aparente silencio, lucen como agudas transparencias, breves e inefables. En la luz y en la oscuridad, el dolor es un temblor abstracto en las falanges y las esquinas más calladas. Vivimos, en efecto, vivimos. Miríadas de fortalezas huidizas nos contemplan sin aliento en las bocas. Debemos esperar acurrucados, escondidos en el calor que nos queda del primer abrazo. Sobre el pecho boca arriba, reposa un amor piadoso. El alma es una espiga altísima que no vemos partir con nuestros ojos ciegos. Debemos confiar la despedida a la mirada estatuaria de las lechuzas despiertas. Vivimos. «Arriba» o «allá» otro territorio nos define. Inexorablemente.

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octubre 10, 2011

Los sueños de Nebamón

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Jardín con estanque (1420-1375 a.C.) detalle de un mural de 64x76 cm
Anónimo. British Museum, Londres

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No sé qué sueña Nebamón. Tal vez sueña con las líneas dibujadas por las tilapias en el agua del estanque. Miro las palmeras y el resto de los árboles con todo el cielo detrás de ellos. Como si fuese posible romper la piedra detrás de sus ramas, para que los pájaros insistan como parte del paisaje. Hay luces entre los árboles* y cielos azules detrás de sus ramas.

Frutas, papiros, lotos y vasijas son suficiente hogar para Hathor. Suficiente alimento en sus manos para apaciguar la soledad de sus muertos. ¡Cuánta flor sobre la piedra! Desde un pincel anónimo, esas horas soñadas de tintura y silencio en la labor. Pintar la vida en la piedra de las tumbas, consagra lo vital de un latido en la piedra, lo imposible de su gracia.

En el reflejo de la luz enraizada, brilla también el cansancio de los sicomoros.

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*Poema de Fernando Paz Castillo

marzo 17, 2011

El paisaje, mi páramo

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Carretera Trasandina, estado Mérida. Venezuela.


febrero 18, 2011

misiva

Parezco sola aquí, vista desde lejos
Adentro
estoy acompañada
como los árboles en los bosques

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La fragilidad tiene cáscaras de acero en los cuencos de mi anatomía.

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La noche está detrás de la ventana
Miro
atenta,
que el día rompa en brillos
Bautismo cotidiano y silencioso
visible sólo desde las tinieblas

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Punto final